Existen multitud de jugadores novatos que pueden aprender valiosas lecciones de jugadores de bingo más experimentados. Jugadores avanzados pueden recomendar mantener una serie de buenos hábitos a la hora de jugar al bingo.

Los jugadores de bingo deberían siempre asegurarse de llegar temprano a la sala de bingo. Llegando temprano, pueden conseguir el mejor asiento, o su asiento favorito. También podrán asegurarse que se sentarán en la zona de fumadores o de no fumadores, la que prefieran. Obviamente, sentirse cómodo, ayuda en cualquier juego.

El bingo es un juego de suerte, no importa si lo jugamos físicamente o en un entorno online, en este juego el resultado no puede ser controlado ni adivinado.

Para mejorar las oportunidades de ganar, los jugadores de bingo deberían jugar en sitios donde no hay demasiada gente jugando, normalmente los mejores días son de lunes a jueves por la noche, ya que la mayoría de personas prefiere jugar los fines de semana. ¿Porqué nos ayuda esto a mejorar nuestras posibilidades? Porque cuanto menos jugadores, más posibilidades de cantar “cartón lleno” antes que otro jugador.

Aunque las ofertas “juegue todo lo que quiera” son interesantes, los jugadores de bingo deberían tener cuidado. No deberían adquirirse más cartones de los que podemos controlar con comodidad. Este problema se soluciona fácilmente cuando jugamos al bingo en casinos y bingos online, ya que los programas que gestionan nuestros cartones, automáticamente “marcan” los números que van saliendo (¡incluso si nos desconectamos!), da igual la cantidad que compremos. Es importante que juguemos sólo en casinos online de probada reputación, o en webs que se especializan sólo en bingo, ya que éstas, además, nos ofrecerán una mayor variedad de variantes del bingo.

Es importante que seamos educados jugando al bingo, y no gritemos demasiado, ya que la gente a nuestro alrededor no podrá escuchar los números que van cantando.

También nos puede salir a cuenta, cuando ganamos, regalar algún cartón a la gente que nos rodea. De esa forma nos aseguramos que ellos hagan lo mismo cuando ganan, y contribuiremos al buen ambiente general. Quién sabe, alguien que gane utilizando uno de nuestros cartones podría darnos diez veces su valor, a modo de agradecimiento.

Siendo un juego de azar, es recomendable que huyamos de vendedores de estrategias, vengan en el formato que vengan. No hay ningún libro, vídeo ni curso que nos vaya a enseñar a ganar al bingo. Y por más teorías matemáticas que apliquemos, y aunque alguna pueda representar una probabilidad mínima y marginal a nuestro favor, lo cierto es que el bingo no se presta a demasiadas estrategias. Estrategias como la martingala tampoco nos serán de ayuda en este juego, ya que esta estrategia se presta mucho más a ser aplicada a otro tipo de juegos (y de nuevo, su éxito es dudoso y su práctica, arriesgada).

Jugar al bingo puede ser no sólo divertido, sino también un buen encuentro social. la regla número uno: no dejar de jugar, y nunca olvidar que es sólo un juego.

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